1966-1973 Caracas

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CARACAS: EL DURO EXILIO

[drop bgcolor=”#dedede” ]E[/drop]n ocasiones disfrazada como “aventura migratoria” o términos semejantes, la salida de Celso Emilio Ferreiro hacia América responde, en realidad, a la única posibilidad que le quedaba después de sentir muy próximo el aliento de la persecución de las fuerzas represivas del régimen franquista. Lo relata muy diáfanamente en una carta personal dirigida a Camilo Díaz que explica por qué aceptó el puesto de activista cultural en el seno de la Hermandad Gallega de Caracas.

Con todo, sus amigos forman una comisión organizadora para preparar un gran homenaje de despedida. Así se reúnen Luis Soto y Xosé Luis Méndez Ferrín, en representación de la U.P.G., con Xesús Alonso Montero, portavoz en aquella junta del P.C., y acuerdan aprovechar la convocatoria de la comida-homenaje de despedida para significar en ella un importante acto de protesta delante de la decisión del gobierno de Franco de anegar las fértiles vegas de Castrelo de Miño y Ventosela en favor de los proyectos de FENOSA.

El domingo 15 de mayo de 1966 se celebra en los bajos del Hotel Roma de Ourense el almuerzo. Acuden a él doscientos cincuenta comensales, recibiéndose mil doscientas cincuenta adhesiones. Pronuncian discursos para la ocasión Ramón Otero Pedrayo, Antón Tovar, Eduardo Blanco Amor, Xosé Luis Méndez Ferrín o Emilio Álvarez Blázquez, entre otros.

En la Hermandad Gallega venezolana se ocupa de la dirección, redacción y confección del periódico quincenal Irmandade, de la dirección y orientación del Cine Clube de la sociedad, de la dirección y redacción de la emisión radiofónica Sempre en Galicia y de la dirección y orientación de la Escuela Castelao de primera enseñanza.

Funda y preside desde 1967 la Agrupación Nós, entidad que pretendía politizar en un sentido claramente nacionalista a la Hermandad Gallega.

Poco después, una facción de la Hermandad en sintonía con los deseos del embajador de España en Venezuela acaba con la labor dinamizadora del poeta con la victoria conseguida a través de unas elecciones fraudulentas.

En julio de 1968 recibe comunicación oficial de la Hermandad de su expulsión en una carta cofirmada por el presidente y el secretario general.

Comienza un recorrido laboral que lo lleva de un trabajo a otro: profesor de gramática castellana en una academia, corrector de pruebas en la imprenta de un gallego emigrado…, oficios que perderá rápidamente debido a la persecución a la que se ve sometido por parte de los directivos de la Hermandad.

Obtiene la ciudadanía venezolana en marzo de 1969 y por mediación de Antidio Cabal logra en 1970 acceder al puesto de corrector de estilo en el Gabinete de Prensa de la Oficina Central de Información del entonces presidente Rafael Caldera. Algunos directivos de la Hermandad llegan a filtrar a periódicos gallegos la falsa noticia de su muerte y la de su hijo, que fue así anunciada por La Región el 25 de marzo de 1970. Como reacción, Celso Emilio publica Viaxe ao país dos ananos (1968), que en su primera parte constituye un ataque a esos emigrantes enriquecidos y envilecidos.

Ese mismo año publica en Caracas Cantigas de escarnio e maldecir, firmado con su heterónimo satírico Arístides Silveira. Obra que disfrutará de continuidad en Os autentes (1973), significativamente subtitulada Novas cantigas de escarño, cun introito, sete gómitos e unha náusea final, folleto de la autoría de Alexis Vainacova —otro de sus seudónimos— publicado al llegar a España por Ediciones Pirata.
En esta línea publica en castellano, a pesar del título, Fóronse á puñeta (1973) —firmado con el nombre de Neskezas Cokhan Mordhe, editado por el sello Alén de Venezuela y surgido como despedida sarcástica de los entonces directivos salientes de la Hermandad—, además del romance de ciego Paco Pixiñas. Historia dun desleigado contada por il mesmo. Romance de Arístides Silveira cun limiar tirado dos proverbios do Conde de Vimioso (o Vello) e epílogo de Celso Emilio Ferreiro (1970), publicado en Ediciós do Castro por Isaac Díaz Pardo.

Pertenece a este ciclo el libro de epitafios burlescos Cemiterio privado (1973), publicado por un grupo de jóvenes nacionalistas que llevaban adelante Ediciós Roi Xordo en Ginebra.

Esta vena lírica incendiaria confirmó a Celso Emilio como el poeta de preferencia entre los cantautores que, como voces musicalmente contestatarias, comenzaban a brotar en Galicia, teniendo un papel destacado en la llamada “Nova Canción Galega”, lo que contribuyó a difundir aun más su poesía.

Publica Terra de ningures en 1969 en la colección Val de Lemos de la editorial Xistral, que dirigía en Monforte el poeta Manuel María, con poemas firmados y datados en diferentes países por los que había viajado.

En 1970 edita los “13 poemas iracundos y una canción inesperada”, separata de la revista caraqueña Expediente, en el 2 de septiembre de1970, publicación trimestral dirigida por Antidio Cabal. Gana el IV Premio Internacional de Poesía Álamo de Salamanca que publica Antipoemas, pero sin diez composiciones mutiladas. Celso Emilio publicará los diez poemas «expurgados» autoeditando en Caracas ese mismo año la carpeta Poemas prohibidos. Diez poemas no incluidos en el libro «Antipoemas» por causas no imputables a la voluntad del autor.

Publica el libro de relatos A fronteira infinda, en Ediciones Castrelos de Vigo en la colección O Moucho en 1972, incluyendo aquí elementos de filiación autobiográfica.

Desarrolla una destacable actividad política en Caracas en el seno de la UPG como responsable de la Secretaría de Relaciones Exteriores de este partido, publicando durante un tiempo el Terra e tempo. Además, establece contactos con el Consello de Galiza en Buenos Aires, solicitando una credencial que lo avalara como persona autorizada para nuclear y coordinar una delegación de tal organismo en Venezuela, credencial que le sería concedida.

En estos años, en los Xogos Florais do Idioma Galego de Buenos Aires de 1968, gana el Premio Rosalía de Castro al mejor «Canto á muller galega» por su poema «Miña Matria Galiza». En los I Xogos Florais Minho-Galaicos de Guimarães de 1970 resultará ganador en la modalidad de poesía y en la de narrativa.

Poema relacionado: 1

Eu, Gulliver Ferreiro, bon galego,
solemnemente digo:
Esilado na miña propia Terra,
canso de ollar as mesmas torres sempre,
farto de ver as mesmas caliveras
–fasquía de vivir pecho nun sótano–
quixen seguir o rumbo do meu pobo,
o ésodo sin fin dos emigrantes.
Troquéi os lares patrios
polos eidos alleos
e percorrín o mundo coma un nómada
compañeiro do vento e das estrelas.
Camiñéi á ventura,
naveguéi día e noite, mar adentro,
paséi as illas páledas,
vin o peixe voador i os arroaces,
deixéi á esquerda as augas dos Sargazos,
cheguéi ás moles praias do mar quente,
do eterno vrau vestido de bikini,
choutando pola area.
(Veda Woodlake decía quedamente:
“O mar non é un camiño innumerábel;
é un gran corazón abandoado”.)
Non quixen escoitar
teus cantos de sereia,
Veda Woodlake. Buscaba
aos meu irmáus perdidos. Rosalía
choróu por iles bágoas de esperanza.
Curros berróu os seus trenos inmorrentes
i eu mesmo un día dixen (mália a hora!)
que os nosos emigrantes
“erguen seus urros ceibos e labouran
cos músculos encheitos de esperanzas
lonxe da patria
cuberta de cadeas e de tombas.”